Una de las tendencias dentro del tuning de automóviles, es cambiar el color de la pintura por medio del vinil personalizado también conocido como wrapping. Esta modalidad inició hace algunos años con trazos o gráficos sobre la carrocería, para aportar un cierto grado de deportividad; sin embargo, en la actualidad esta modalidad a llegado al grado de abarcar todo el cuerpo.
Esta técnica permite cambiar de color la carrocería, pero sin el clásico proceso de pintado, lo que permite que cuando se desee se puede volver al tono original simplemente retirando el material. Una más de las ventajas es que, además de cambiar de color, ciertos vinilos permiten dar textura al vehículo.